¿Qué sucede cuando una persona muere y no ha designado a ningún beneficiario en su seguro de Vida?

02.06.2024

Para evitar problemas en el futuro, lo más recomendable es que el tomador especifique desde un principio en su póliza los nombres de los beneficiarios y que se asegure de actualizarlos cuando cambie opinión o se produzca algún cambio significativo en su vida.

Al contratar un seguro de Vida, lo habitual es que el tomador designe desde un principio al beneficiario o a los beneficiarios de la póliza, que serán las personas que recibirán la indemnización correspondiente en el caso de que el asegurado (que a veces coincide con la figura del tomador y otras no) fallezca. Pues la finalidad de este seguro precisamente es la de proporcionar una ayuda económica a nuestros seres queridos cuando ya no estemos. Pero esto no quiere decir que esta decisión que tomamos al principio del contrato sea irrevocable, pues mientras la póliza esté vigente, podemos modificar o añadir beneficiarios al seguro cada vez que lo deseemos.

Cualquier persona o entidad puede ser beneficiaria de la póliza

Aunque lo más frecuente es que los beneficiarios elegidos por el tomador tengan algún parentesco con el asegurado (hijos, padres, nietos, pareja, etc.), la realidad es que puede designar a cualquier persona, empresa u organización que desee. De manera que, puede elegir desde amigos con los que no tiene ningún grado de familiaridad hasta una ONG o asociación.

En cuanto a la forma de designarlos, lo más recomendable es hacerlo siempre de manera específica, con nombres y apellidos, o con el nombre jurídico completo en el caso de que se trate de una entidad. En cambio, muchas personas los hacen de manera genérica, sin especificar el nombre de los beneficiarios, haciendo sólo alusión al parentesco que les une a ellos, como "mis hijos", "mi cónyuge", "mis nietos", etc. Esto supone que, si fallecen, tendrán derecho a cobrar el capital asegurado las personas que en ese momento legalmente tengan ese parentesco. Por tanto, si una asegurada en el momento de hacer la póliza puso como beneficiario a su esposo y en el momento en el que fallece estaba separada de él (pero no legalmente), el capital asegurado estará destinado a él.

La importancia de actualizar la póliza periódicamente

A veces, el tomador no designa los beneficiarios cuando contrata la póliza porque prefiere esperar un poco de más tiempo para hacerlo. O puede darse el caso de que, a la persona a la que nombró en un inicio ya haya fallecido y se haya olvidado de actualizar la póliza. En casos como esos, si el asegurado muere, y en ese momento no hay designados beneficiarios, se aplicará el orden de prioridad establecido en la póliza, que suele ser el siguiente:

- El cónyuge legal.
- En defecto del cónyuge, los hijos del fallecido a partes iguales.
- En el caso de no tenga cónyuge ni hijos, los herederos legales también por partes iguales.

Para evitar estos tipos de situaciones, los más recomendable es que el tomador designe al beneficiario o beneficiarios al contratar la póliza y que la revise y actualice periódicamente para asegurarse de que, en el caso de que le ocurra algo, pueda garantizar la protección económica de las personas que desee en ese momento. Las circunstancias de la vida cambian y puede que, dependiendo de la etapa vital en la que se encuentre, en un momento quiera que su seguro de Vida esté destinado a una persona diferente a la que había nombrado en un principio.

En Seguros Algemesí entendemos de la importancia de designar los beneficiarios del seguro de vida y cumplir con las expectativas de nuestros clientes protegiendo lo que más quieren. Ponte en contacto con nosotros a través de los teléfonos 960489818/657903422 o a través del correo electrónico info@segurosalgemesi.es y te guiaremos en la contratación de tu seguro de vida y accidentes.