Consejos sobre qué hacer con el dinero ahorrado
Hablar del dinero que es esencial en el día a día: lo necesitamos para obtener bienes, ya sean esenciales como la comida y la ropa, o caprichos. Sea como fuere, se trata de un recurso del que disponemos de forma más o menos limitada en función de los ingresos que tenemos.
Por eso, ya desde una edad temprana es conveniente enseñar el hábito de ahorrar, para conseguir nuestros objetivos con un coste inferior al usual y para evitar percances futuros. Lo mejor de todo es que unos ahorros bien planificados pueden llegar a resultar rentables... ¿Qué puedes hacer hacer con el dinero ahorrado para que siga creciendo?
Antes de empezar, construye una base estable
Antes de pensar en rentabilizar el dinero es importante consolidar una base económica estable. Todo proceso de rentabilización conlleva riesgos en mayor o menor medida así que asegúrate primero de dedicar una parte de tus ahorros en la creación de un fondo de emergencia. La cantidad ideal de este sería equivalente a los gastos habituales de entre 3 a 6 meses.
Otra opción es deshacerse de todas las posibles deudas cuanto antes con el fin de evitar sorpresas con los intereses de tarjetas, préstamos, hipotecas, etc.
Una vez hayas hecho esto es buen momento para decidir qué hacer con el dinero ahorrado.
¿Qué hacer con el dinero ahorrado?
A continuación te contamos qué 7 cosas puedes hacer con el dinero ahorrado y valoraremos la rentabilidad de cada una de las prácticas expuestas:
1 Almacenarlo
Una de las posibilidades, por supuesto, es seguir ahorrando a la vieja usanza, ya sea en una cuenta de ahorro o guardando todo el dinero en la famosa hucha o el clásico colchón (así tendrás tu patrimonio al alcance, en efectivo).
Sin embargo no es una práctica muy rentable ya que el valor del dinero es fluctuante y existe la posibilidad de que se devalúe si no está en circulación. Teniendo en cuenta la inflación actual cercana al 9% datos de abril, nuestro dinero pierde poder adquisitivo, no es conveniente tenerlo "bajo el colchón"
2 Gastarlo
El dinero está para ser usado, así que una de las opciones es emplearlo en compras. Sin embargo hay que ser consciente de los gastos que uno puede permitirse para evitar perder aquello que tanto te ha costado ahorrar. Vale la pena reflexionar y poner en una balanza qué es lo que más conviene.
3 Invertirlo
Invertir es sin duda la práctica más rentable, si se hace con conocimiento de causa. Hay varias maneras de hacerlo, cada una con un balance riesgo/beneficio distinto:
- Depósitos bancarios: Cuando inviertes en un depósito bancario, la entidad puede tomar tu dinero prestado para luego devolvértelo con intereses. Es de las opciones de menor riesgo, pero también la de menor beneficio. En España siempre ha sido fácil el disponer de un plazo fijo con un interés retribuido, hace años esta posibilidad ya no existe.
- Renta fija: Cuando inviertes en emisiones de deuda de una empresa o del estado acabas recuperando dinero con algún extra. Este es otro caso de poco riesgo/poco beneficio.
- Propiedades inmobiliarias: Adquirir un inmueble para luego alquilarlo es una práctica con un gran coste inicial. Sin embargo, los beneficios suelen ser muy gratos en relación a la inversión inicial y al riesgo. Si puedes permitírtelo es una gran idea.
- Valores de bolsa: Invertir en bolsa puede proporcionarte grandes beneficios. Eso sí, viene de la mano de un gran riesgo, así que es importante formarse al respecto, o en su defecto asesorarse.
- Fondos de inversión: Si la opción anterior te ha llamado la atención pero no te puedes permitir formarte o asesorarte en inversión en bolsa, puedes acudir a un fondo de inversión. Son grupos que invierten en varias compañías y si eres partícipe cuando ellos obtengan beneficio, tú también.
4 Donarlo
Si te gustaría aportar tu granito de arena y ayudar a alguna fundación u ong, puedes optar por donar una parte de tu dinero a quienes más lo necesitan. Obviamente, no es una opción que te devuelva bienes a futuro, pero sí estarás contribuyendo a un mundo más justo. Además, infórmate de las ventajas fiscales de las donaciones para que puedes desgravarlas.
Las opciones anteriores se refieren a 4 grandes campos sobre qué hacer con el dinero ahorrado, pero existen otras más concretas que permiten hacer crecer el dinero en un medio o largo plazo, como:
5 Invertir en criptomonedas
Actualmente, invertir en criptomonedas es una alternativa en auge que genera rentabilidad. Se trata de dinero o monedas digitales que permiten asegurar transacciones. Aunque es importante resaltar que esta alternativa conlleva riesgos elevados y limitaciones si no se conoce a detalle el mercado. Lo más aconsejable es que pidas asesoramiento.
6 Hacer reformas de tu casa o negocio
Como hemos comentado, es necesario pensar en qué es preferible gastar el dinero ahorrado, por ejemplo, la reforma de espacios. Con el paso de los años, remodelar una propiedad hace que la plusvalía suba y, por tanto, cuando quieras venderla, tendrá un mayor valor en el mercado.
7 Emprender un negocio
Emprender un negocio puede darte la libertad financiera que tanto deseas. Requiere esfuerzo y constancia, pero con el paso de los años podrás disfrutar de la rentabilidad de esta inversión. Para empezar y tener bases firmes investiga, enfócate y prepara un plan de negocios con proyecciones reales.
Y para terminar, un pequeño resumen: está bien guardar el dinero, pero hay que mantenerlo en movimiento para optimizar su valor. Eso sí, ¡nunca gastes o inviertas más de lo que estés dispuesto a perder!
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